Es bastante probable que alguna vez hayas sufrido algún tipo de infección vaginal, como la candidiasis y seguro que no recordarás de qué tipo era, si estaba ocasionada por hongos vaginales, algún virus... ¿quizás una bacteria? Conoce los distintos tipos de infecciones vaginales o vaginitis que existen, cómo tratarlas y lo que es más importante, cómo prevenirlas.

Tipos, síntomas y tratamiento de las infecciones vaginales más comunes

1. La clamidia vaginitis o infección vaginal causada por clamidia. La clamidia es una enfermedad de transmisión sexual (ETS) generalmente asintomática. El hecho de que no tenga prácticamente síntomas, contribuye por un lado a que sea contagiada fácilmente y, por el otro, a que se diagnostique lo suficiente.

Síntomas: Las mujeres podrían experimentar un flujo vaginal, anormal o ardor al orinar.

Tratamiento: La clamidia vaginitis se debe tratar con un antibiótico, la eritromicina. Cuando no se trata, la infección acaba extendiéndose y se desarrolla la enfermedad inflamatoria pélvica que cursa con fiebre, escalofríos, dolor (sobre todo durante las relaciones sexuales), náuseas y vómitos y que puede provocar infertilidad.

Prevención: Mantener relaciones sexuales con protección.

2. La vaginosis bacteriana o infección vaginal causada por una bacteria. Primero debes saber que en la vagina viven distintas familias de bacterias. Y aunque no se ha podido establecer la causa de este tipo de infección, se atribuye a un desequilibrio en la flora bacteriana de la vagina que puede estar provocado por el sexo (es muy frecuente que tras un encuentro sexual se manifieste la infección), introducir objetos inadecuados o no estériles en la vagina o por las duchas vaginales.

Síntomas: Flujo amarillo, blanquecino o grisáceo con un olor bastante desagradable que recuerda al pescado.

Tratamiento: Se emplean medicamentos antibióticos como el metronidazol o la clindamicina.

Prevención: Evita las duchas vaginales y el uso de tangas. Si tras las relaciones sexuales sueles notar los síntomas utiliza un preservativo femenino.

3. Candidiasis vaginal o infección vaginal por hongos. Se estima que 3 de cada 4 mujeres sufrirán al menos un episodio de esta infección a lo largo de su vida. El uso prolongado de antibióticos, el embarazo, la diabetes mal controlada, trastornos del sistema inmunitario, un aumento de los niveles de estrógeno o la actividad sexual pueden ser los causantes. También el uso de algunos jabones o geles que alteran el pH.

Síntomas: Picor, irritación y ardor en la entrada de la vagina, molestias o dolor durante el coito y al orinar e inflamación en la zona perineal. Además, el flujo se vuelve más espeso y de color blanco o amarillento.

Tratamiento: Aunque la candidiasis vaginal desaparece por sí sola, es conveniente utilizar algunos fármacos que ayuden a minimizar los síntomas como los óvulos para la candidiasis. Si se recurre a tratamiento para la infección estaríamos hablando de antimicóticos como butoconazol, terconazol y miconazol.

Prevención: Intenta limpiarte de delante hacia atrás, escoge ropa interior de algodón, utiliza jabones con un pH neutro y, en caso de ser diabética, mantén a raya tus niveles de azúcar.

4. Vaginitis no infecciosa. Suele estar provocada por una reacción alérgica a algún producto que ha entrado en contacto con la vagina como sprays, espermicidas, también por las duchas vaginales e incluso detergentes o suavizantes empleados para lavar la ropa.

Síntomas: Flujo anormal, ardor, picazón y dolor pélvico al mantener relaciones íntimas.

Tratamiento: Principalmente a base de estrógenos y orientado a restaurar la lubricación y reducir las molestias, el dolor y la irritación.

Prevención: Evita el uso de duchas vaginales, esponjas menstruales y óvulos vaginales ya que alteran las mucosas.

5. Vaginitis viral. Considerada una enfermedad de transmisión sexual, puede estar provocada por dos tipos de virus: el virus del herpes simple (VHS) o por el virus del papiloma humano (VPH). 

Síntomas: Cuando se trata del VPH aparecen verrugas genitales y con el VHS, las mujeres experimentan picor o sensación de hormigueo, enrojecimiento de la piel, formación de ampollas que luego se convertirán en úlceras, inflamación e infección de la uretra, inflamación del cuello del útero y dolor al orinar.

Tratamiento: El tratamiento para el VPH consiste eliminar las verrugas genitales mediante distintos procedimientos: congelación, extirpación quirúrgica o tratamiento químico. El médico determinará en qué momento se inicia el tratamiento, pudiendo pasar años en observación antes de tomar estas medidas. El VHS no se puede curar y el tratamiento está enfocado en lograr una mejoría y control de los síntomas con antivirales como aciclovir, famciclovir o valaciclovir.

Prevención: Usar el preservativo en las relaciones. Vacunación contra el VPH (Gardasil y Cervarix). 

6. Vaginitis tricomoniasis. Está causada por un parásito, el Tricomonas vaginalis y pertenece al grupo de las ETS.

Síntomas: Flujo amarillo o verdoso, espumoso y con un olor fuerte; aparece dolor al orinar, ardor, enrojecimiento y picazón vaginal y molestias durante el coito.

Tratamiento: Normalmente con antibióticos como el metronidazol. Al ser una ETS los dos miembros de la pareja deben recibir el tratamiento para prevenir reinfecciones.

Prevención: Uso de preservativos, limitar el número de parejas sexuales y, en caso de infección de algún miembro de la pareja, evitar el contacto sexual.

Recuerda que las revisiones ginecológicas son vitales por lo que te recomendamos visitar al ginecólogo si presentas algunos de los síntomas aquí mencionados, asi podrás tratar las infecciones vaginales a tiempo.