Afortunadamente la expresión “comer por dos en el embarazo” va cayendo poco a poco en el olvido. Pocos piensan ya que sea necesario ingerir el doble de alimento durante la gestación y por supuesto entre ellos no encontraremos a ningún profesional de la salud. Sin embargo, sí es cierto que es un asunto al que debemos prestar una especial atención, ya que existen algunos alimentos prhoibidos durante el embarazo, de hecho un estudio nos muestra que comer bien incluso antes del embarazo reduce las probabilidades de que el bebé nazca con una cardiopatía congénita.

Cardiopatías congénitas, un problema demasiado habitual

Según la Fundación Española del Corazón, el 1% de los bebés nacidos vivos tienen una cardiopatía congénita, mostrando una mayor incidencia en los niños que en las niñas. En un 5% de los casos el problema va asociado a alguna anomalía cromosómica y en un 25% a otro tipo de malformación. Los padres que han tenido un hijo cardiópata tienen un 3% de posibilidades de que su segundo hijo también la sufra. Un factor de riesgo es que alguno de los progenitores haya tenido una patología similar, lo que ocurre en entre un 2 y un 10% de todos los casos.

Sin embargo, la buena noticia es que siempre que se haga un diagnóstico adecuado y temprano mediante una Ecografía 4D y Obstétrica, esta enfermedad tienen un buen pronóstico. Los tipos de cardiopatías que más se dan en niños son la comunicación interventricular, la Tetralogía Fallot y la comunicación interauricular.

La alimentación puede ser clave en la incidencia de las cardiopatías congénitas

Una investigación que se acaba de publicar en Archives of Disease in Childhood (Fetal and Neonatal Edition) nos muestra hasta qué punto es vital que las madres tengan una alimentación saludable durante el año anterior al embarazo, puesto que reduce las posibilidades de que el futuro bebé padezca problemas cardíacos.

Para llevar a cabo el trabajo se estudiaron los hábitos alimentarios de unas 19.000 mujeres que participaban en el Estudio Nacional de Prevención de los Defectos de Nacimiento. La mitad de ellas habían tenido hijos sanos mientras que la otra dio a luz a bebés con problemas de corazón al nacer, los partos se habían producido entre los años 1997 y 2009. Querían conocer no solo que alimentos consumían, sino además también las cantidades en el año anterior a quedarse en estado.

Una dieta de mayor calidad reduce la incidencia de las cardiopatías congénitas

En la investigación comprobaron como las madres que llevaban una dieta más sana tenían un riesgo sensiblemente inferior de dar a luz un bebé con problemas cardíacos que aquellas cuya alimentación era más pobre. De hecho tenían un 37% menos de probabilidades de que su bebé tuviera Tetralogía de Fallot, una cardiopatía que provoca que haya una cantidad de oxígeno insuficiente en la sangre, y un 23% menos de problemas de comunicación interauricular.

Un embarazo planificado reduce riesgos

La importancia de esta investigación es que una vez más se incide en lo fundamental que resulta preparar nuestro cuerpo para afrontar el embarazo. El cambio en nuestros hábitos no debe darse cuando conocemos que esperamos un bebé, sino al menos, un año antes. Por eso es importante que acudas cada año a una revisión ginecológica o que consultes tus dudas o hables de tu deseo de ser mamá en una consulta con el ginecólogo. De esta forma podrán mostrarte cómo llevar una vida saludable que contribuirá a tener un bebé igualmente sano.


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Tú alimentación influye en la salud de tu bebé.