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En las últimas dos décadas el auge del mundo de la cocina ha ido acompañado, afortunadamente, de una mayor concienciación de la importancia de seguir una alimentación saludable para prevenir enfermedades.

Hay cientos de enfermedades que se pueden evitar con una dieta sana y unos hábitos de vida saludables como la práctica de ejercicio físico. Las principales patologías relacionadas con la alimentación son las enfermedades cardiovasculares y distintos tipos de cáncer.

Las enfermedades cardiovasculares siguen siendo la primera causa de muerte en España y están estrechamente relacionadas con la alimentación. Adopta una dieta lo más similar posible a la dieta mediterránea, rica en frutas, verduras, legumbres y pescado; elige productos lácteos desnatados, carnes blancas y cortes magros.

¿Cómo puedo mejora mi alimentación?

Empieza por reducir el consumo de grasas saturadas
  • grasas saturadas de origen animal
  • aceite de palma
  • bollería industrial
  • mantequilla
  • lácteos enteros

Reducir, también, las grasas trans presentes en todos los alimentos en cuya etiqueta aparezca la expresión “con aceites vegetales parcialmente hidrogenados”.


El consumo frecuente de estos productos es responsable del aumento en las cifras de colesterol y triglicéridos y predisponen a la diabetes y a la obesidad. Y, estas patologías, as su vez, son las que provocan las enfermedades cardiovasculares: infartos de miocardio, insuficiencia cardíaca, ictus (accidente cerebrovascular), etc.

En cambio, aumenta el consumo de pescado azul, frutos secos, aceite de oliva, soja y sus derivados ya que son ricos en grasas mono y poliinsaturadas y omega-3, muy beneficiosos para la salud y protectores del corazón. Aumenta también en consumo de vegetales y frutas puesto que aportan gran cantidad de vitaminas, minerales, antioxidantes y fibra.

Una mala alimentación influye en el riesgo de cáncer

Por otro lado, la evidencia científica ha demostrado que la alimentación también influye en el riesgo de padecer cáncer. De hecho, un 80% de los tumores malignos pueden estar relacionados con factores ambientales y hábitos de vida incorrectos, por tanto, son prevenibles. Con respecto a la dieta, en los países occidentales entre el 40 y el 60% por ciento de los cánceres se atribuyen a la alimentación. En concreto, en el cáncer de estómago, hígado, páncreas, ovario, mama, colorrectal y próstata es en los que se ha visto una mayor relación.

Ya que hemos asimilado que la salud está en el plato, ahora vamos a ponerlo en práctica con la ayuda de un nutricionista en Barcelona.

Nutricionista, sí. Dietas milagro, no.

Cada vez son más las personas que acuden a la consulta del nutricionista en Barcelona en busca de asesoramiento para bajar de peso y, lo más importante, para aprender a llevar una alimentación saludable.

Seguro que serías capaz de enumerar una larga lista de “dietas milagro”, de las que prometen perder mucho peso en poco tiempo. Dietas en los que determinados grupos de alimentos están prohibidos, dietas a base de batidos.... En general estas dietas son de dudosa efectividad a largo plazo ya que es muy frecuente experimentar el efecto rebote cuando se dejan de seguir, es decir, que se recupera el peso perdido o incluso más. Y, en algunos casos, pueden perjudicar la salud ya que desde el punto de vista nutricional pueden provocar un desequilibrio de nutrientes en el organismo.

Un dietista o nutricionista siempre te recomendará seguir una dieta equilibrada y variada, lo más ajustada posible al patrón de la dieta mediterránea y comer todo tipo de alimentos pero con moderación. No hay alimentos prohibidos, excepto por indicación médica, en caso de diabetes (los dulces) o si se sufre alguna alergia alimentaria.

¿En qué consiste el trabajo del nutricionista?

El nutricionista es el experto en alimentación y nutrición capaz de valorar tu estado nutricional y elaborar una dieta y unas recomendaciones personalizadas con la que puedas alcanzar la pérdida de peso deseada y mantenerla en el tiempo.

El nutricionista recopila los datos personales, el estado de salud, si hay antecedentes familiares de relevancia, etc. y realiza una encuesta nutricional y de hábitos de vida para confeccionar la historia clínica y dietética. A continuación, analiza la encuesta y propone una serie de correcciones en los hábitos alimenticios. Elabora una dieta personalizada en función del estado de salud, el estilo de vida y las circunstancias personales.

Pero no es suficiente con recomendar unas determinadas pautas alimentarias sino que es necesario hacer un seguimiento, revisarlas periódicamente e ir modificándolas en función de los resultados para lograr el objetivo pactado. Es imprescindible que el nutricionista y el paciente estén de acuerdo con el objetivo fijado de pérdida de peso y con las medidas propuestas para conseguirlo.

Y es que no todas las personas pueden seguir la misma dieta, ni tampoco pierden peso a la misma velocidad. Por ello el nutricionista en Barcelona valora a cada paciente de forma individual y debe conocer si el paciente padece alguna enfermedad, especialmente de origen metabólico o endocrino ya que pueden influir en la pérdida de peso (diabetes, colesterol alto, dislipemias, cardiopatías, anemias, alteraciones hormonales o de la tiroides, entre otras). También debe valorar el estilo de vida y la predisposición a la práctica deportiva como complemento a la dieta.

Es muy frecuente que las dietas, del tipo que sean, cuando no están supervisadas por un nutricionista sean bastante difíciles de seguir. Por ello, para perder peso con éxito y no volver a recuperarlo, es importantísima la figura del nutricionista.