La piel cubre todo nuestro cuerpo de pies a cabeza, es la parte de nuestro organismo que está en contacto permanente con el exterior, por lo que nos protege de los agentes externos como el frío, el calor, los microbios, etc.

La piel es un tejido tan resistente que en ocasiones nos olvidamos de cuidarla como es debido. Con la llegada del invierno la piel se resiente, y especialmente la de manos y cara que es la que acostumbra a quedar desprotegida, por lo que ella misma se debilita para proteger los órganos internos quedándose expuesta a la inclemencias que pueda sufrir. Esto conlleva a padecer los efectos de la sequedad en la piel, esa sensación desagradable de tirantez y picor.

Sin embargo, antes de aplicarte nada en el cuerpo, debes tener clara las diferencias entre la piel seca y la piel deshidratada para tratar el problema adecuadamente.

Diferencias entre la piel seca y la piel deshidratada

A menudo podemos confundir ambas cosas, pues lo que las une es sencillamente la falta de agua. Sin embargo, existen sutiles diferencias para saber si tienes una piel seca o deshidratada.

La piel seca es un tipo de piel, y se caracteriza por la baja capacidad que tiene de fabricar grasa por sí misma. Mientras que la piel deshidratada puede afectar a todo tipo de pieles (secas, mixtas y grasas). La deshidratación no es una característica de la piel, es una consecuencia de un cuidado indebido o de una mala alimentación. También puede estar asociada a cambios climáticos estacionales o procesos por los que pasa nuestro cuerpo por causas hormonales, o si se está tomando algún medicamento que reduzca la retención de agua.

De todos modos, aunque ahora ya sepas las diferencias entre la piel seca y la piel deshidratada, lo cierto es que ambas piden agua a gritos.

¿Cuáles son los síntomas?

Aunque son cosas distintas, lo cierto es que los síntomas que determinan las diferencias entre la piel seca y la deshidratada son muy parecidos, por eso te puede costar detectar cuál es tu problema.

Síntomas de una piel seca:

  • Causada por factores genéticos
  • Aparición de eczemas
  • Descamación
  • Tirantez
  • Segregación deficiente de las glándulas sebáceas
  • Tendencia al envejecimiento prematuro
  • Apariencia opaca


Síntomas de la piel deshidratada:

  • Cutis opaco o mate
  • Tirantez
  • Sequedad extrema
  • Descamación
  • Prurito el cual produce picor y como consecuencia rojeces o hinchazón en la piel
  • Falta de elasticidad
  • Arrugas prematuras

En resumen, una piel con poca vida causada, principalmente, por factores externos como los ambientes secos por calefacciones a temperaturas muy altas o climas extremos de mucho frío o mucho calor.

¿Cómo combatir la piel seca?

La piel seca es una cuestión genética, se caracteriza por una deficiente segregación de grasa por parte de las glándulas sebáceas, por lo que retener agua es ardua tarea para nuestro cuerpo. Ello se traduce en sequedad y tirantez en la piel, especialmente en la zona cutánea, que es la parte que se encuentra más desprotegida y la que más nos interesa, puesto que las arrugas y las líneas de expresión prematuras son una consecuencia directa de esta falta de agua.

Si tienes la piel seca debes nutrirla con vitaminas A, C y K principalmente, y usar cremas con base de agua, de poco sirve aplicar cremas muy hidratantes si no llevan los nutrientes que tu piel necesita, por lo que podrías estar obstruyendo los poros evitando que tu piel respire de forma natural. En cualquier caso, te recomendamos que acudas a una consulta con el dermatólogo que es quién mejor te asesorará.

¿Cómo tratar la piel deshidratada?

Una piel deshidratada solo te pide que bebas mucha agua y que la nutras con antioxidantes. Se recomienda beber un mínimo de 1.5 litros de agua al día (sin contradicción médica que lo exprese) para mantener nuestras reservas de agua corporales. La aplicación de cremas, mascarillas y sérums hidratantes también contribuirán a ayudar a que el estado de tu piel mejore. El organismo es muy agradecido y en pocos días notarás un cambio para mejor.

La gran diferencia entre la piel seca y la deshidratada es que la segunda tiene fácil solución con el cuidado adecuado, mientras que, la piel seca, es una condición interna de la piel, por lo que siempre será seca, y requerirá más atención.

Desde ClinicPoint te recomendamos que acudas a un especialista en dermatología para saber qué tipo de piel tienes y qué cuidados debes tener.



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